Neotenia está definido como la plasticidad o disponibilidad juvenil, sin embargo, lo utilizamos para referirnos al grado de inmadurez en que nacen los humanos y también los animales (ahora nos referimos al mono) se dicen “que nacen sin cuajar del todo” pues no son capaces de valerse por si mismos. El hombre nace más dependiente que el mono, no es capaz de sobrevivir sin ayuda, pero también logra un grado mayor de desarrollo, para el hombre no es sólo importante ser independiente, además resulta indispensable que se ganen el título de “humanos” que no se consigue sólo naciendo, sino que es necesario vivir y socializar para conseguirlo.
El hombre tiene dos gestaciones, una en el útero materno y otra en la matriz social y se mantiene durante toda su vida abierto a recibir nuevos saberes, por otro lado el mono llega a un estado de madurez mucho más rápido pero prontamente alcanza la vejez y no es capaz de adquirir nuevos aprendizajes. Los monos se fijan en sus mayores para orientar sus acciones, mientras que los hombres obligan a sus hijos a imitar sus acciones; el hombre es un ser educado y educador, mientras que el mono nunca tiene la intención de ayudar a surgir a sus semejantes.
El proceso educativo puede ser formal o informal y para ser parte de el es necesario haber vivido. Aquí toma un papel importante el amor, pues posibilita y potencia el proceso de aprendizaje, pero esto no es suficiente, este amor debe ser complementado por la pedagogía para completar a cabalidad el proceso.
Sabemos que sin educación no hay humanidad, es por esto que el pedagogo no sólo necesita conocer los contenidos que desea enseñar, sino que también requiere saber que es lo que el educando no conoce, sin eso no es posible lograr educación de calidad.
El primer objetivo de la educación es hacernos concientes de la realidad de nuestros semejantes, y para esto necesitamos contar con un tiempo que nos permita desarrollar el proceso y un lenguaje idóneo que haga posible una buena comunicación.
Muchas veces se ve contrastada la educación v/s la instrucción, la primera nos ayuda a potenciar principalmente las capacidades abiertas, y el autoestima a través de modelos de excelencia y pautas de reconocimiento. (La educación caracteriza a los humanos). La instrucción es más propia de las actividades cerradas y es muy característica de los monos. Las capacidades abiertas son aquellas de dominio gradual y en cierto modo infinito (por ejemplo hablar o razonar), mientras que las cerradas se caracterizan porque pueden llegar a dominarse por completo de modo perfecto (ejemplo de estas capacidades son leer, vestirse, etc.)
En síntesis, como sabemos que los hombres tenemos hasta el día de nuestra muerte la capacidad de adquirir nuevos aprendizajes esto nos insta a capacitarnos constantemente, más aún en esta era de la información en que los conocimientos van cambiando rápidamente y las TIC se vuelven una herramienta esencial para lograr dicha capacitación.
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